Cuando una bursa en la rodilla se rompe debido a un traumatismo o uso excesivo, la rodilla se queda inmóvil y sufre dolor al caminar, afirma el North Shore-LIJ Orthopedic Institute. La aplicación frecuente de presión adicional en las rodillas aumenta el riesgo de desgarrar la bolsa que cubre la rótula.
Una bursa es un saco lleno de líquido que protege los huesos, los tendones y los músculos al reducir la fricción, señala WebMD. Una bursa inflamada e irritada es una condición llamada bursitis, que es causada por una presión regular, leve o una lesión repentina. Las rodillas, los codos, los hombros, las caderas y el tendón de Aquiles pueden verse afectados por la bursitis.
Las personas mayores, especialmente las de más de 40 años, son más vulnerables a la bursitis, ya que sus tendones se debilitan y no pueden soportar el estrés, lo que hace que los tendones sean más fáciles de romper, explica WebMD. Otra causa típica es el uso excesivo de las articulaciones debido a actividades de alto riesgo, como practicar deportes, jardinería, pintar, carpintería y palear. La postura inadecuada en el hogar y el estiramiento incorrecto antes del ejercicio también aumentan el riesgo de bursitis.
Los síntomas de bursitis que se producen cuando la bursa en la rodilla se desgarra y libera líquido incluyen hinchazón, dolor, movilidad limitada y enrojecimiento, afirma el North Shore-LIJ Orthopedic Institute. El tratamiento típico consiste en reposo, hielo y compresas. Los antibióticos y otros medicamentos a veces se recetan cuando el área afectada está infectada.