Los lóbulos temporales del cerebro controlan la memoria. Los lóbulos temporales se encuentran a cada lado del cerebro humano, directamente detrás de los templos.
Los lóbulos temporales codifican eventos en memorias. Los lóbulos temporales también facilitan el almacenamiento a largo plazo de los recuerdos. El daño a los lóbulos temporales puede resultar en amnesia a corto o largo plazo. La formación de la memoria en los lóbulos temporales implica la interacción con otra parte del cerebro, la amígdala. Además de la memoria, la audición y la audición son otras funciones primarias de los lóbulos temporales. Los lóbulos temporales permiten a una persona identificar sonidos y dar sentido al habla.