Algunos de los componentes principales que determinan si una obra es entretenida o exitosa son la historia, la escritura de guiones, las interpretaciones de actores, la gestión de escenarios, el diseño de escenografías y los accesorios, el vestuario, el diseño de iluminación y el sonido.
La historia es la base del guión y de todos los demás elementos de una obra. Las historias que son emocionantes, apasionadas o llamativas proporcionan material que las audiencias se interesarán o conmoverán. Las historias atractivas suelen tener fuertes elementos literarios, como el entorno, el tema, la trama y los personajes. El estilo de escritura de diálogos y guiones también contribuye al éxito de una obra. El desempeño de los actores en la obra es otro factor influyente. La capacitación, la experiencia, la presencia en el escenario, el nivel de energía y la proyección de voz contribuyen al nivel de rendimiento de los actores de teatro.
Los aspectos de producción que incluyen la gestión de escenario, el diseño de escenografía, los accesorios, el vestuario, el diseño de iluminación y el sonido, tienen un efecto en la calidad de una obra teatral. El director de producción y el director de escena deben trabajar para garantizar que los aspectos técnicos funcionen sin problemas y en el momento adecuado. Fondos, muebles, obras de arte y accesorios escénicos se suman a la estética visual y la atmósfera. Los disfraces apoyan el desarrollo de personajes y configuraciones en juegos. Además, el equipo de sonido y los efectos de iluminación pueden mejorar la producción y el ambiente de las obras.