Una sociedad jerárquica involucra a dos o más organismos que trabajan juntos para asegurar su supervivencia dentro de una estructura estratificada claramente definida. En una sociedad jerárquica, ciertas posiciones y estados sociales tienen más prestigio e importancia que otros. Las sociedades jerárquicas no son generalmente meritocracias, donde las personas reciben recompensas y estatus únicamente en respuesta a sus logros. Las sociedades jerárquicas funcionan con una posición de "perro top" que está protegida y codiciada.
En cuanto a los modelos de las ciencias sociales, como la teoría estructural-funcional, algunos teóricos creen que todas las sociedades son, de una forma u otra, jerárquicas. La ideología sobre el tema de la jerarquía es que las sociedades no funcionan correctamente sin algún tipo de parte superior e inferior. La jerarquía en la sociedad se presenta de muchas formas, desde los faraones que gobiernan a los esclavos del antiguo Egipto hasta los capitanes de la industria que emplean a innumerables trabajadores de salario mínimo en todo el mundo.
Cuando una sociedad es jerárquica, la estratificación afecta a casi todos los aspectos de la vida diaria. En estas sociedades, las familias y los individuos aspiran a un estilo de vida y una posición social donde tengan más riqueza y libertad personal. Algunas sociedades jerárquicas tienen una historia de conquista e industria, donde las familias tienen una posibilidad de movilidad ascendente. Otras sociedades con sistemas jerárquicos son tan rígidas, cualquier posibilidad de avanzar dentro de ellas es casi imposible.