Algunos medicamentos antipsicóticos son ziprasidona, olanzapina, aripiprazol, risperidona y quetiapina, según MedicineNet. Estos medicamentos recetados son parte de una clase de medicamentos llamados antipsicóticos atípicos, que tienen menos efectos secundarios que los medicamentos utilizados para tratar los trastornos psicóticos en los años 50 a los 80.
La clozapina es otro antipsicótico atípico, pero los médicos evitan el uso de la clozapina porque puede causar un trastorno sanguíneo grave, señala MedicineNet. Sin embargo, los médicos aún prescriben clozapina a los pacientes que no responden a otros antipsicóticos atípicos.
Los médicos usan antipsicóticos para tratar la manía, alucinaciones y delirios del trastorno bipolar además de afecciones como la esquizofrenia. Estos medicamentos también incluyen lurasidona y asenapina.
Si un paciente tiene efectos secundarios graves en un medicamento antipsicótico atípico o no responde a él, un médico puede prescribir medicamentos antipsicóticos típicos más viejos, según el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Estos medicamentos incluyen perfenazina, haloperidol, clorpromazina, flufenazina y tioridazina. Estos medicamentos antipsicóticos de primera generación pueden causar efectos secundarios nerviosos, musculares y de coordinación en hasta el 70 por ciento de los pacientes.
Algunos médicos prefieren recetar medicamentos antipsicóticos de primera generación porque son menos costosos, señala el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Los medicamentos antipsicóticos atípicos pueden causar aumento de peso, lo que puede conducir a enfermedades cardíacas y diabetes, mientras que los antipsicóticos típicos tienen un menor riesgo de aumento de peso. Los antipsicóticos atípicos conllevan un menor riesgo de causar movimientos involuntarios, mala coordinación y efectos secundarios nerviosos y musculares, pero estos efectos secundarios son posibles.