Una dieta baja en sodio es una dieta saludable para pacientes con cirrosis, porque demasiada sal en el cuerpo provoca la retención de líquidos y, por lo tanto, agrava la hinchazón del abdomen y las piernas, explica la Clínica Mayo. Las hierbas son buenos condimentos alimentarios a la sal. Los pacientes con cirrosis también se benefician de comer diferentes tipos de frutas y verduras y proteínas magras, como pescado, pollo y legumbres. El alcohol y los mariscos crudos pueden empeorar la cirrosis.
Los niveles excesivos de sodio en el cuerpo agravan la cirrosis, porque el sodio promueve la retención de agua, afirma el Departamento de Asuntos de Veteranos de los Estados Unidos. Los médicos recomiendan consumir solo hasta 2,000 miligramos de sodio por día. Un dietista puede ayudar a proporcionar una dieta particular adecuada para un paciente con cirrosis.
Para evitar consumir demasiado sodio en la dieta, los pacientes con cirrosis deben usar hierbas y jugo de limón en lugar de sal y elegir alimentos frescos en lugar de alimentos procesados, sugiere el Departamento de Asuntos de Veteranos de los Estados Unidos. Se debe evitar la salsa de tomate, las sopas enlatadas, la salsa y otros alimentos salados. Reducir el consumo de carne, evitar las comidas rápidas y revisar las etiquetas de los alimentos para determinar las cantidades de sodio también son pasos esenciales.
Las proteínas y calorías adicionales que provienen de las verduras y los productos lácteos son importantes para los pacientes con cirrosis, ya que los síntomas de esta afección conducen a una insuficiencia de minerales y nutrientes en el cuerpo, señala el Departamento de Asuntos de Veteranos de los EE. UU. Comer comidas pequeñas cuatro a siete veces al día es más beneficioso que comer comidas grandes.