Un tetraedro de sílice es la unidad básica de los silicatos, que son minerales en las rocas de la Tierra. El tetraedro comprende una única molécula de silicio cargada positivamente rodeada por cuatro moléculas de oxígeno cargadas negativamente. Estas estructuras están formadas por enlace covalente, donde las moléculas están conectadas por electrones compartidos.
Olivino, piroxeno, anfíbol y cuarzo son ejemplos de silicatos. Los tetraedros de sílice que componen cada uno de estos, sin embargo, aparecen en diferentes disposiciones dependiendo del mineral. Los tetraedros de los piroxenos se forman en cadenas individuales, mientras que los anfíboles se combinan en cadenas dobles. Las micas consisten en tetraedros combinados en formaciones de hojas. El cuarzo y el feldespato, los silicatos más comunes, se unen en marcos complejos en los que cada rincón de cada tetraedro se comparte con otro.