En el discurso que ahora se conoce como el Discurso de Gettysburg, el Presidente Abraham Lincoln hizo un recordatorio de los orígenes de la nación, enfatizando los riesgos en juego de la Guerra Civil y brindó un llamado a la acción para la preservación de la nación y Los ideales de libertad e igualdad. El discurso de Gettysburg fue un discurso pronunciado el 19 de noviembre de 1863, dedicado al Cementerio Nacional de Soldados en honor a los soldados caídos de la Unión.
Gettysburg, Pennsylvania, fue el sitio de una batalla de tres días en julio de 1863 entre la Unión y los soldados confederados. La batalla fue un punto de inflexión en la Guerra Civil porque la invasión de Robert E. Lee al norte se detuvo. Más de 7.500 hombres murieron en la sangrienta batalla.
La apertura del discurso de Lincoln recuerda a los oyentes sobre el nacimiento del país 87 años antes ("cuatro puntos y siete años atrás"). Sus palabras señalan que la Guerra Civil estaba probando si los cimientos de libertad e igualdad de los Estados Unidos eran lo suficientemente fuertes para sobrevivir. Su dirección señala de manera conmovedora que el terreno del cementerio ya había sido dedicado y consagrado por los soldados cuya sangre se derramó durante la batalla. El discurso termina como un llamado a la acción y una justificación para continuar la guerra por el bien de todos los soldados caídos que dieron sus vidas por la unidad nacional y por la libertad.
El discurso de Lincoln numeró solo 272 palabras y duró aproximadamente dos minutos. El orador ante él, Edward Everett, oró durante más de dos horas.