Un ejemplo de un proceso adiabático es un pistón que trabaja en un cilindro que está completamente aislado. El cilindro no pierde calor mientras el pistón funciona debido al aislamiento.
En el proceso adiabático, la energía se transfiere a través del trabajo en lugar del calor. Por ejemplo, cuando el aire u otros gases se comprimen, el gas se calienta. Lo contrario también es cierto porque el gas se enfría cuando se expande rápidamente. Sin embargo, la rápida expansión o compresión del gas no es completamente adiabática. Los cambios de temperatura ocurren en un proceso adiabático, pero la energía no se transfiere fuera del sistema a través de ese cambio de temperatura.
