Un ejemplo de kairos aparece en el acto 3, escena 2 de "Julius Caesar" de William Shakespeare cuando Marc Antony aprovecha la oportunidad para dar un discurso sobre el cadáver de Julius Caesar. Kairos es un término retórico al momento oportuno para realizar un discurso particular.
Adolf Hitler también empleó a kairos cuando comenzó a ascender al poder. Al ver que los alemanes estaban desmoralizados por su pérdida en la Primera Guerra Mundial y los estragos de la Gran Depresión, comenzó a contarles historias de la grandeza alemana y cómo alcanzar tal grandeza nuevamente. Su retórica áspera y racista resonó en la población alemana debido a que empleó a kairos, leyendo a su audiencia y su situación.