Robert Boyle fue especialmente famoso por su trabajo en química sobre la naturaleza elemental de la materia, así como por la relación entre la presión absoluta y el volumen de gas, que se conoció como la Ley de Boyle. Boyle también era conocido como filósofo, inventor, físico y teólogo.
El trabajo de Boyle mostró que el sonido no viaja a través de un vacío. Su trabajo también demostró que las llamas requieren aire para arder, y que los animales necesitan aire para vivir. Argumentó que la materia consiste en átomos, que a su vez están formados por partículas primarias, capaces de moverse libremente en líquido y menos libremente en sólidos. El trabajo de Boyle también sugirió que el mundo en general podría explicarse con fórmulas matemáticas simples.
Boyle gastó grandes sumas de dinero para difundir el cristianismo en el este. Él personalmente financió la reimpresión de la Biblia cristiana en irlandés, creyendo que la Biblia debería estar disponible en idioma vernáculo, en lugar de solo en latín. A pesar de sus creencias cristianas, también fue un pionero en la evolución, ya que creía que todos los humanos se desarrollaban a partir de una sola fuente a pesar de las diferencias étnicas. Sus opiniones a menudo fueron rechazadas por la comunidad científica en general y se consideraron divertidas o inquietantes.
