El trifosfato de adenosina (ATP) se crea en organismos a través de los procesos de fotosíntesis, glucólisis, respiración celular y fermentación. La fotosíntesis y la fermentación se restringen a las plantas y los hongos, respectivamente, Células tanto vegetales como animales.
La fotosíntesis es el proceso por el cual los fotones se filtran a través de cloroplastos en células vegetales. Este proceso crea ATP y portadores de electrones, que luego se convierten en carbohidratos como la glucosa.
La glucólisis ocurre cuando una planta consume su glucosa almacenada o cuando la planta es consumida por otro organismo. Se crean dos ATP como resultado de la descomposición de la glucosa en dos subunidades de piruvato. Durante la respiración celular, el piruvato se combina con oxígeno, creando dióxido de carbono, agua y 16 ATP por unidad de piruvato.
La fermentación convierte el piruvato en ATP, dióxido de carbono y etanol. Si bien no es tan eficiente como otros métodos, la fermentación puede producir ATP en un ambiente anaeróbico.