La perfusión renal es un término usado para describir el flujo de sangre a los riñones y comúnmente se evalúa con una prueba llamada gammagrafía renal. Esta prueba ayuda a determinar qué tan bien se suministra sangre a los riñones y qué tan bien La función de los riñones, según la Universidad Johns Hopkins.
En el caso de la evaluación de perfusión renal, una exploración del flujo sanguíneo renal puede ayudar a encontrar obstrucciones o estrechamientos del flujo sanguíneo a los riñones. Esta es una prueba importante en los casos en los que un médico desea descartar la hipertensión renovascular como fuente de enfermedad o si se sospecha un rechazo del trasplante renal, explica la Universidad Johns Hopkins.
El procedimiento comienza con la inyección de una pequeña cantidad de tinte radioactivo en el torrente sanguíneo. El tinte generalmente consiste en yodo o tecnecio y es procesado por los riñones. Una vez allí, el tinte emite radiación, que es captada por un escáner. El escáner luego traduce la información a una imagen, que un médico interpreta, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.
Los riesgos del procedimiento son bajos debido a la pequeña cantidad de tinte inyectado en el paciente. Los pacientes alérgicos al tinte o cualquiera de sus componentes deben informar a sus médicos. Las mujeres embarazadas deben evitar estar expuestas al tinte porque puede causar daño al feto, explica la Universidad Johns Hopkins.