El término hemolizado, o hemólisis, se refiere a la destrucción, daño o degradación de los glóbulos rojos, según ICON. Cuando los glóbulos rojos están dañados, causa que la hemoglobina se escape de las células y puede afecta la exactitud de los análisis de sangre.
Las causas de la hemólisis a menudo incluyen el manejo inadecuado de una muestra de sangre a través de la recolección, el transporte o el procesamiento, afirma Viracor-IBT Laboratories. Una muestra de sangre hemolizada es evidente por un tono rosado o rojizo. En muchos casos, se necesita otra muestra para asegurar un diagnóstico preciso en los resultados. Aunque la hemólisis es una ocurrencia común, existen métodos para prevenirla que pueden realizarse, lo que incluye permitir que el alcohol se seque antes de inyectar la aguja y desenganchar el tubo de vacío antes de extraer la aguja de la vena.
Es importante usar una aguja del tamaño adecuado para obtener la muestra, explica ICON. Un calibre de aguja que es demasiado grande para la vena puede causar un vacío que atrae a los glóbulos rojos demasiado rápido. Además, puede producirse hemólisis si la sangre se introduce demasiado lentamente en el tubo.
Los profesionales de laboratorio deben asegurarse de que la muestra no esté expuesta a temperaturas extremas y no se mezcle o agite vigorosamente cuando se procesa la muestra, explica Viracor-IBT Laboratories. Se debe dar suficiente tiempo a la sangre para que coagule antes del proceso de centrifugación, y la centrífuga no debe ajustarse a una velocidad mayor de la necesaria.