La observación sistemática es una forma calculada de observación utilizada para respaldar o refutar una hipótesis. Para que una observación sea sistemática, debe estar libre de sesgos y ser repetible.
La observación casual se realiza al azar mientras está sentado en el parque o moviéndose a través de un espacio público. A menudo llamada observación de personas, la observación casual implica simplemente darse cuenta de las personas y registrar mentalmente sus comportamientos y acciones. La observación sistemática es mucho más rígida y se utiliza a menudo en la investigación científica. Debido a que las observaciones sistemáticas se usan comúnmente como evidencia para respaldar o contradecir hipótesis variables, deben ejecutarse de manera controlada para dar credibilidad a sus resultados.
La credibilidad de una observación sistemática proviene de múltiples factores. Primero, solo las conductas específicas relacionadas con el tema que se está estudiando se registran en observaciones sistemáticas. Además, se intentan eliminar sesgos de cualquier tipo que podrían alterar los hallazgos de la observación. Esto se hace a menudo mediante la tarea de múltiples observadores observando los mismos comportamientos. Si informan con hallazgos contradictorios, los procedimientos se reescriben y la observación se lleva a cabo nuevamente. Finalmente, las observaciones sistemáticas deben hacerse de manera que otros puedan replicarlas. Si otros no pueden recrear la observación, a menudo se la considera poco confiable y sus conclusiones no se consideran científicamente válidas.