Según el Centro Nacional de Información Biotecnológica, la mayoría de los huesos está cubierta por un tejido llamado "periostio". Está involucrado en varios procesos, incluido el crecimiento y reparación de huesos y el suministro de sangre a los huesos y músculos.
El NCBI explica que el periostio tiene dos capas. La capa externa está llena de vasos sanguíneos y fibras nerviosas, mientras que la parte interna ayuda a los huesos a crecer. Esta capa es más gruesa cuando un feto se está desarrollando y los huesos se están formando. A medida que las personas envejecen y el crecimiento de los huesos disminuye, esta sección se vuelve más delgada. Si un hueso se rompe, esta capa se estimula para reparar la lesión, pero no alcanza su nivel de función previo.