La homeostasis es la característica de un organismo para regular sus condiciones internas. Un ejemplo es el cuerpo que regula su temperatura interna temblando o sudando.
La homeostasis es el mantenimiento del equilibrio dentro de un entorno interno en respuesta a cambios externos. El término proviene de las palabras griegas "homeo", que significa "similar" y "estasis", que significa "estable". La homeostasis se produce para estabilizar el funcionamiento y la salud de un organismo, como la piel, el riñón o el hígado, y generalmente comprende un sistema de controles de retroalimentación, de acuerdo con Biology Online.
El cuerpo tiene numerosos sensores para controlar las variables fisiológicas, como la temperatura, la presión arterial y la composición de la sal en la sangre, como se describe en el Portal de Educación. Los sensores envían señales al cerebro, que es el centro de control, cuando una de las variables se desvía de lo normal. Esto también activa cambios para compensar la desviación en un intento de restaurar la variable a su valor normal.
Un ejemplo de homeostasis ocurre en el cuerpo humano cuando regula su temperatura en un esfuerzo por mantener un valor interno estable de alrededor de 98.6 grados Fahrenheit. El cuerpo hace esto al temblar para producir calor cuando la temperatura externa es fría y sudar para enfriarse en condiciones de calor.