La densidad estomática se refiere al número de estomas presentes en las hojas de las plantas por milímetro cuadrado. Los estomas de las hojas son pequeños poros que facilitan el intercambio de gases en las plantas. Estos poros permiten que el dióxido de carbono se absorba y el agua se libere.
La densidad estomática puede variar según las condiciones ambientales de la planta. La alta densidad estomática permite una rápida ingesta de dióxido de carbono; sin embargo, dependiendo del entorno de la planta, esto puede ser peligroso debido a una mayor pérdida de agua. Las condiciones que conducen a una mayor densidad estomática incluyen bajo contenido de dióxido de carbono, alta humedad y mucha luz solar. La investigación sobre la densidad estomática de las plantas fosilizadas también proporciona información sobre las condiciones atmosféricas en la Tierra durante el tiempo que vivió la planta.