En ecología, el neutralismo describe la relación entre dos organismos que no se afectan entre sí. Contrasta con relaciones como depredadoras y mutualistas, en las que una o ambas especies se benefician de sus interacciones. Como toda la vida está interconectada en cierto grado, el verdadero neutralismo es esencialmente imposible. En la práctica, el término se usa para describir la relación entre dos especies que rara vez tienen interacciones importantes.
Ejemplos de neutralismo incluyen una amplia variedad de criaturas diferentes. Las tarántulas, por ejemplo, no tienen ningún efecto tangible en los cactus. Del mismo modo, el venado de cola blanca no afecta a las serpientes, ni las serpientes afectan al venado. Los parásitos también proporcionan una serie de ejemplos de neutralismo, incluso si afectan concretamente a las especies que parasitan. Por ejemplo, las pulgas que habitan en las ardillas pueden afectar negativamente a las ardillas, pero no afectan en absoluto la vida de las ranas.
El neutralismo es un tipo diferente de relación que las relaciones comensales, en la que una de las especies se beneficia y no perjudica a la otra. Un ejemplo de una relación comensal se encuentra entre las palomas y los humanos. Las palomas confían en ciudades y pueblos humanos para proporcionarles comida en forma de restos no consumidos, mientras que los humanos no se ven afectados de manera negativa ni positiva en gran medida.