El lavado de oídos es el proceso de remoción de la cera acumulada dentro y alrededor del oído externo, de acuerdo con PubMed Health. Se pueden eliminar pequeñas cantidades de cerumen con una toallita suave después de la ducha. Una acumulación más grande de cerumen puede eliminarse a través de métodos como el riego de oídos y el uso de aceite de oliva o agua tibia.
Un médico puede aspirar la cera o raspar la oreja externa con las herramientas adecuadas. La Clínica Mayo aconseja a las personas que experimentan un bloqueo de cerumen a ver a un médico. Los síntomas de acumulación de cerumen que requieren atención médica incluyen dolor de oído, ruido de oído, disminución de la audición y una sensación de plenitud en el oído afectado. Se recomienda consultar a un médico porque un autodiagnóstico no es práctico; siempre existe la posibilidad de que un problema subyacente que no sea la cera sea la causa de la obstrucción auditiva.
Como señala el Wall Street Journal, muchos médicos desaconsejan el uso de hisopos de algodón o de velas para quitar la cerilla. La sustancia cerosa es realmente beneficiosa; captura la suciedad, las bacterias, los insectos y otros desechos y los transporta fuera del oído. Por lo tanto, la cerumen es completamente normal y no es un problema de salud a menos que cause síntomas molestos. Además, el cerumen no es un problema de higiene personal.