El anticuerpo antígeno sanguíneo anti-M es un anticuerpo impredecible que es una causa poco frecuente de enfermedad hemolítica en los recién nacidos, según los Institutos Nacionales de la Salud. Aunque los estudios demuestran que el anticuerpo anti-M tiene encontrado en un gran número de mujeres embarazadas, la probabilidad de que un recién nacido desarrolle una enfermedad hemolítica es muy rara.
En un estudio realizado en la Universidad Estatal de Ohio de 1969 a 1995, se encontró que 90 mujeres que tuvieron 115 embarazos tenían el anticuerpo anti-M, afirma el NIH. Si no hay antecedentes de complicaciones en el embarazo, la presencia del anticuerpo anti-M debería ser de poca preocupación, y el NIH no recomienda más pruebas. Sin embargo, si hay antecedentes de complicaciones, se deben realizar más pruebas más adelante en el embarazo para verificar el posible desarrollo de la enfermedad hemolítica.
Un estudio de 1989 publicado en el sitio web de los NIH determinó que hay tres tipos de casos que representan el espectro de hallazgos cuando el anticuerpo anti-M está presente en la madre durante el embarazo. En la primera, la composición genética del padre indicó que no se produciría una enfermedad hemolítica. En el segundo, el bebé no desarrolló enfermedad hemolítica, a pesar de la presencia del anticuerpo anti-M. En el tercero, estaba presente una enfermedad hemolítica y se necesitaba una transfusión de sangre para el recién nacido.