La Ley de exclusión china se aprobó en 1882 y se utilizó para restringir la inmigración china a los Estados Unidos. Fue el primer acto que redujo la inmigración al país en gran escala únicamente en función de la nacionalidad o la raza.
Las raíces de la Ley de Exclusión de China estaban en la Fiebre del Oro de California de 1849 y en la creación del ferrocarril transcontinental de 1864 a 1869, que atrajeron al país a muchos trabajadores chinos y sus familias. El acto fue una respuesta al sentimiento entre los ciudadanos estadounidenses nativos de que los inmigrantes chinos estaban tomando sus trabajos y suprimiendo los salarios. Algunos partidos políticos de la época, como el Partido del Trabajador, acumulan activamente este sentimiento para obtener beneficios políticos.
La situación llegó a un punto crítico con los disturbios en las ciudades de California a fines de la década de 1870, lo que llevó al Congreso a aprobar la Ley de Exclusión en 1882. La Ley prohibió a todos los trabajadores y mineros de China ingresar al país durante 10 años. Los inmigrantes chinos que no eran trabajadores por oficio tenían que recibir una certificación del gobierno chino. Los chinos que ya estaban asentados en los Estados Unidos no podían regresar al país si se iban y estaban permanentemente excluidos de la ciudadanía.