El clima está determinado por una serie de factores, incluida la forma en que la atmósfera, los océanos y los continentes reaccionan a la radiación solar que calienta el planeta. Los océanos juegan un papel importante en la determinación del clima a largo plazo , ya que transportan y liberan calor almacenado lentamente durante cientos de años.
El clima de la Tierra es un sistema muy complejo que involucra diferentes tipos de masas de tierra, condiciones atmosféricas e incluso organismos vivos. El clima del planeta evolucionó lentamente durante millones de años en respuesta tanto a su propia dinámica interna como a los cambios provocados por factores externos. Eventos, tales como erupciones volcánicas, variaciones en la producción solar e incluso los cambios en la composición atmosférica causados por la industria, han tenido un impacto en el clima.
El clima es propulsado por el calor del sol. La atmósfera es capaz de transportar energía térmica muy rápidamente, mientras que las corrientes oceánicas tienen un efecto mucho más prolongado sobre el clima. La nieve y el hielo en la superficie del planeta también juegan un papel importante al reflejar la energía térmica en el espacio. Incluso la industria humana ha servido para configurar el clima de la Tierra, ya que el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero producidos por la combustión de combustibles fósiles atrapan en la atmósfera grandes cantidades de calor.