Cuando ofrezca condolencias después de la muerte de un ser querido, use frases honestas que expresen compasión y empatía. Frases estándar como "Lo siento por tu pérdida" son aceptables. Sea sensible a sus estados de ánimo y creencias, y evite cualquier cosa con connotaciones religiosas a menos que esté seguro de la recepción. Si no puede encontrar las palabras adecuadas, en general se agradece ofrecer gestos de apoyo, como la compra de alimentos durante los momentos de pérdida.
Nunca trivialice el dolor de alguien ofreciendo opiniones personales, incluso si las intenciones son buenas. Siempre ofrezca apoyo y reconozca que las emociones de la persona tienen prioridad sobre su incomodidad. No racionalice ni intente explicar la pérdida. Permita que los dolientes expresen la gama completa de sus emociones.
Sigue las pautas de cómo se lamenta la familia o el amigo. Si comparten anécdotas personales y recuerdos de los fallecidos, es apropiado y respetuoso compartir y unirse al proceso de curación. No aliente a las personas a reprimir o negar su dolor. Si es apropiado, ofrezca un oído compasivo y sin prejuicios. Tenga en cuenta que la ira es parte del proceso de duelo y no se sorprenda ni condene a alguien por resentir a la muerte.
Nunca ponga una línea de tiempo en la pérdida o el proceso de luto, ya que esto puede molestar y alienar a las personas.