Típicamente, las chinches son omnívoras y comen una variedad de organismos, como algas, hongos, musgo y corteza. También son carroñeros, que se alimentan de plantas y animales muertos que están en proceso de descomposición.
Para evitar que se conviertan en comida, las chinches pueden enrollarse en una bola protectora. Secretan químicos para alejar a los depredadores. Además, son nocturnos y, por tanto, evitan a los depredadores diurnos. En la naturaleza, las chinches generalmente viven de dos a tres años.
Las chinches se encuentran típicamente en áreas de alta humedad, como debajo de rocas o troncos, en pilas de hojas o en grietas de rocas. Se mantienen alejados de las áreas que están bien iluminadas o secas.