Las ranas sobreviven principalmente con una dieta de insectos, lombrices de tierra, pececillos y arañas, según Defenders of Wildlife. Obtienen el agua que necesitan no al beberla como hacen los humanos sino al absorberla a través de La piel, que es permeable.
Las ranas a menudo se encuentran sentadas en nenúfares o colgando con sus cabezas justo por encima de la superficie del agua, esperando que sus comidas pasen volando. La principal fuente de alimento para la mayoría de las ranas es una combinación de insectos voladores y nadadores, así como lombrices de tierra y peces pequeños. En algunos casos, una rana puede comer otra rana dependiendo de las circunstancias y el tamaño de la rana, aunque esta no es su dieta típica de elección.
La rana se considera tanto un depredador como una presa en la naturaleza. Esto los hace valiosos para la forma en que funciona el ecosistema al equilibrar las poblaciones de insectos, así como servir de alimento para animales más grandes.
A algunas ranas les gusta esperar bajo el lodo a que pasen sus presas y luego sorprenderlas. Otros se esconden dentro de la vegetación, y cuando los insectos vuelan o las arañas se arrastran, las ranas alcanzan sus largas y pegajosas lenguas, golpean a los objetivos y los llevan de vuelta a sus bocas.