Los cambios en los músculos, huesos y articulaciones contribuyen a la debilidad en las piernas de las personas mayores, explica MedlinePlus. Estas condiciones también conducen a cambios en la marcha y la postura y hacen que la persona se mueva más lentamente. < /p>
Los cambios en el tejido muscular magro a menudo comienzan en los años 20 para los hombres y en los 40 para las mujeres. La tasa de pérdida de masa muscular magra es una condición relacionada con la genética. El cuerpo comienza a depositar el pigmento lipofuscina y grasa en los músculos. Según informa MedlinePlus, las fibras musculares pierden cierta elasticidad y el cuerpo se vuelve menos eficiente en la sustitución del músculo debido al envejecimiento.
Mientras que los adultos mayores pierden masa ósea, el problema suele ser más evidente en las mujeres después de la menopausia, indica MedlinePlus. Estos cambios en el tejido óseo afectan la columna vertebral, los arcos de los pies y los huesos largos del cuerpo. Estos cambios en la postura afectan la fuerza de las piernas.
Los problemas articulares son comunes a casi todos los adultos mayores, según MedlinePlus. La artritis y otros tipos de problemas en las articulaciones reducen la flexibilidad de las piernas. Los líquidos se acumulan alrededor de las articulaciones y aumentan los depósitos de calcio. A medida que el movimiento del adulto mayor se vuelve más difícil, puede limitar su ejercicio, contribuyendo aún más a la debilidad muscular. El proceso de envejecimiento provoca una falta de estabilidad al caminar, por lo que puede moverse más lento y usar pasos más pequeños.