Las estaciones en la Tierra cambian en respuesta al cambio regular en la inclinación axial del planeta con respecto al Sol. La Tierra está inclinada en un ángulo de 23 grados, y como resultado apunta primero a la primera el otro, hemisferio hacia el Sol mientras orbita.
En junio, el hemisferio norte está inclinado hacia el sol. Como resultado, los observadores en las latitudes del norte ven cómo el Sol sale más temprano, atraviesan más del cielo y se ponen más tarde que los observadores en el hemisferio sur. Para diciembre, la Tierra se ha movido hacia el lado opuesto de su órbita, y el hemisferio sur se presenta hacia el Sol, causando temperaturas de verano en el sur.