Las mareas, que suben y bajan los niveles del mar, son causadas por los efectos de las fuerzas gravitacionales de la luna y el sol combinadas con la rotación de la Tierra. Las magnitudes de las mareas se ven afectadas por la forma de la costa, Cuerpos de agua y factores ambientales.
Si bien los principales factores que contribuyen al tamaño de las mareas son las distancias relativas y las posiciones del sol, la luna y la Tierra, otros factores también afectan las mareas. Uno de esos factores es la forma de la costa. Cerca de las orillas delimitadas por amplios márgenes continentales, se puede magnificar la altura de las mareas. El efecto opuesto lo experimentan las islas del océano medio no cerca de los márgenes continentales, donde las mareas son muy pequeñas.
La forma de las bahías y los estuarios también contribuye a las magnitudes de las mareas. Por ejemplo, las bahías con forma de embudo, como la Bahía de Fundy en Nueva Escocia, pueden causar mareas extremadamente altas. Las entradas estrechas y las aguas poco profundas pueden causar mareas apenas perceptibles. En los estuarios donde hay ríos de marea fuertes, los flujos estacionales de los ríos en la primavera pueden alterar severamente u ocultar las mareas entrantes.
Los factores ambientales, como el viento local y los patrones climáticos, también afectan las mareas. Los fuertes vientos marinos pueden alejar el agua de la costa, exagerando una marea baja. En contraste, los vientos en tierra pueden acumular agua en la costa, eliminando virtualmente las mareas bajas. Además, los sistemas meteorológicos de alta y baja presión contribuyen al efecto de las mareas.