El lagarto tiene una amplia variedad de depredadores, incluyendo aves, serpientes e incluso otros lagartos. Cuando los depredadores los persiguen o atacan, los lagartos pueden hincharse, silbar y romper sus colas para escapar o incluso cambiar los colores para mezclarse con su entorno.
Los lagartos rara vez son peligrosos para los humanos, pero algunos pueden morder o pegarse con sus afiladas espinas. Las dietas de los lagartos incluyen una amplia variedad de plantas, frutas, insectos, arañas e incluso otras lagartijas, y utilizan sus sentidos de la vista y el olfato para localizar los alimentos. Se pueden encontrar en casi cualquier entorno, incluidos desiertos, bosques y zonas rocosas.