Según Pet Education, la leche de magnesia, un antiácido, se puede administrar a un perro cuando se lo indica un veterinario. Aunque es un medicamento de venta libre, no se ha recibido. Aprobación de la FDA para su uso con animales pequeños, por lo que los dueños de perros deben consultar a un médico antes de administrar sus mascotas.
La leche de magnesia trata la acidez estomacal y el malestar estomacal, pero está contraindicada en perros que tienen problemas de riñón y en perros que están embarazadas o amamantando, indica Pet Education. Hay nuevos medicamentos disponibles que a menudo son más efectivos y de mejor sabor. Los efectos secundarios de la leche de magnesia incluyen diarrea y desequilibrios de electrolitos.