Los perros pueden tomar Ativan. Este medicamento pertenece a una clase de medicamentos conocidos como benzodiacepinas que son de acción muy rápida. Son especialmente efectivos para perros que experimentan pánico o miedo repentino o grave.
Mientras que algunos perros están ansiosos o agitados de forma crónica, otros experimentan miedo en situaciones específicas. Estas situaciones son en respuesta a ruidos fuertes como los producidos durante tormentas eléctricas o fuegos artificiales. Los perros con ansiedad crónica responden bien a los aumentos en el ejercicio y la modificación de la conducta. Sin embargo, el perro que se vuelve repentinamente temeroso o ansioso necesita un alivio rápido. Ativan se recomienda para el uso a corto plazo y ocasional del pánico y el miedo, y no debe usarse para manejar problemas crónicos de conducta. Actúa rápidamente, a diferencia de otros medicamentos que pueden tardar semanas en aumentar los niveles de sangre para que funcionen de manera efectiva.
Aunque Ativan y otras benzodiazepinas funcionan bien para disminuir los comportamientos ansiosos, producen efectos secundarios. Estos incluyen somnolencia, confusión, retención urinaria, jadeo y mareos. La marcha inestable, los ojos secos, la boca seca, la picazón y la erupción también son efectos secundarios de Ativan. Debido a que Ativan tiene el potencial de perjudicar la cognición y la memoria, no se recomienda su uso a largo plazo. Esto es especialmente relevante para los perros en medio de programas de entrenamiento. Ativan puede dañar la memoria de un perro y hacer que se olvide de lo esencial que aprendió durante el entrenamiento. Los perros nunca deben recibir Ativan prescrito para humanos. Solo un veterinario puede prescribir la dosis correcta de Ativan para perros.