El gigantesco y herbívoro Brontosaurus, que presenta un cuello y una cola icónicamente largos, puede ser uno de los dinosaurios más famosos de la historia, pero su existencia como una especie única se desacreditó en 1903, cuando alguien se dio cuenta de que el esqueleto etiquetado como Brontosaurus era en realidad un Apatosaurus. En este sentido, el Brontosaurus no fue renombrado, sino que más bien se determinó que nunca existió como una especie separada. El mismo hombre, un paleontólogo de Yale llamado Othniel Charles (O.C.) Marsh, nombró al Apatosaurus y al Brontosaurus, con el descubrimiento del Apatosaurus que precede al nombramiento del Brontosaurus por dos años.
Cuando O.C. Marsh se llamó Apatosaurus por primera vez en 1877, estaba trabajando con pruebas fósiles relativamente limitadas, lo que probablemente es la razón por la que no reconoció la misma anatomía cuando llegó el momento de nombrar el esqueleto casi completo que se conoció como Brontosaurus dos años luego. Puede haber otras motivaciones detrás de esta carrera por nombrar dos especies diferentes, incluida una rivalidad supuestamente amarga entre Marsh y otro paleontólogo llamado Edward Drinker Cope. Al final, la verdad salió a la luz, y aunque el animal llamado Brontosaurus era más completo y más famoso, el nombre de Apatosaurus era lo primero, dándole precedencia científica.