Puede parecer que los hámsters se muerden a sí mismos, pero en realidad se están rascando. Esto puede deberse a la presencia de ácaros en la piel del hámster que causan irritación, enrojecimiento, inflamación y picazón.
Es normal encontrar ácaros en los hámsters. Sin embargo, cuando crecen en número, pueden causar problemas en la piel caracterizados por una pérdida de cabello áspera y escamosa. Es difícil ver a los ácaros a simple vista, por lo que es mejor llevar a los hámsters al veterinario para un chequeo, especialmente cuando se dedican a un rasguño intenso. El veterinario puede prescribir una aplicación tópica, que incluye aerosoles, pomadas o champús, que tienen sustancias que matan a los ácaros, como el sulfuro de selenio o el amitraz.
