Hay cuatro razones principales por las que las personas olvidan la información: falla de almacenamiento, interferencia, falla de recuperación y olvido motivado. De acuerdo con la mayoría de estas explicaciones, el olvido puede resultar debido a la forma en que se almacena la información en el cerebro o cómo los diferentes recuerdos se afectan entre sí.
La falla de almacenamiento ocurre cuando la información no ingresa a la memoria a largo plazo. Por ejemplo, si una persona presta más atención al color y tamaño de un objeto que a su forma, es posible que el detalle de la forma del objeto no entre en la memoria a largo plazo.
La teoría de la interferencia propone que el cerebro no pueda recordar ciertos detalles debido a la existencia de otros detalles similares. Los dos tipos principales de interferencia son la interferencia proactiva y la interferencia retroactiva. La interferencia proactiva ocurre cuando una memoria nueva es difícil de recordar debido a la existencia de una memoria anterior similar. La interferencia retroactiva es cuando la información más reciente dificulta la recuperación de información más antigua.
El error de recuperación es la incapacidad de localizar una memoria específica, aunque se sabe que existe. La teoría de la decadencia es una posible explicación para la falla de recuperación. Esta teoría sugiere que se crea una traza de memoria con la creación de cada nueva memoria, y a medida que la traza de memoria se desvanece con el tiempo, eventualmente se desvanece si la memoria no se recupera.
La teoría del olvido motivado sugiere que una persona no recuerda ciertos recuerdos porque son traumáticos. Supresión y represión son los dos tipos fundamentales de olvido motivado. La supresión se produce cuando un individuo se olvida conscientemente y la represión se refiere a aquellos momentos en que un individuo se olvida en el nivel inconsciente.