El principal argumento a favor del federalismo es que previene la tiranía, alienta a las personas a participar en la política y promueve la democracia. Los argumentos contra el federalismo incluyen que los ciudadanos son demasiado ignorantes para tomar decisiones pragmáticas, una falta de responsabilidad debido a la mala gestión política y la retirada de poderes de los estados
Cuando se introdujo el federalismo, los Estados Unidos pretendían crear un sistema político que difería de la regla en Gran Bretaña. Una de las principales ventajas fue que tres ramas diferentes del gobierno evitarían la tiranía, ya que una persona que tiene el control no impedirá que funcionen de manera independiente. Además, el federalismo hace que el gobierno sea más grande a nivel local, nacional y estatal, lo que facilita que los ciudadanos se involucren e interactúen con los funcionarios electos. Al establecer gobiernos estatales, el federalismo brinda a los estados individuales la oportunidad de probar políticas antes de que se implementen en todo el país, lo que a su vez promueve la democracia.
En cuanto a los argumentos en contra del federalismo, una de las principales preocupaciones de los antifederalistas fue que haría que el gobierno se desorganizara. Esto se debió al tamaño de América. Además, el tamaño del país dificulta el establecimiento de una política nacional, y las separaciones entre políticas estatales a veces dificultan la responsabilidad política. Otra preocupación inicial fue que responsabilizar a los estados ante un gobierno centralizado llevaría al despotismo. Finalmente, la ignorancia acerca de las políticas locales y los problemas políticos podría afectar la capacidad de los votantes para tomar decisiones a nivel regional, y la participación de votantes a menudo es baja.