Jesús es llamado "el León de Judá" como una referencia a su linaje y poder familiar. La Tribu de Judá a menudo está simbolizada por el león.
La primera referencia entre la Tribu de Judá y un león ocurre en Génesis, cuando Jacob ofrece una profecía relacionada con Judá. La profecía apunta al reino eterno de Jesús.
En el libro de Apocalipsis, Cristo es llamado el León de Judá y la Raíz de David como referencia tanto a su línea familiar como a su triunfo. Otra interpretación de la conexión con el león proviene de la literatura medieval, que sugiere que el león representa la resurrección. La literatura continúa sugiriendo que un cachorro de león es traído a la vida el tercer día después de su nacimiento por su padre.