La geografía es importante porque las ubicaciones, el foco central de la geografía, están intrincadamente conectadas entre sí a escalas locales y globales en los procesos humanos y naturales. Sin el conocimiento geográfico, los individuos no pueden comprender completamente la naturaleza, la historia y los mecanismos del mundo y sus habitantes.
La geografía examina las relaciones entre todas las demás artes, ciencias y estudios, ya sean antropocéntricos o no y su configuración. Se utiliza para estudiar religión, política, comida, economías e idiomas, así como ecología, geología, climatología y más. Los rápidos desarrollos tecnológicos y la globalización del siglo XX revelaron una Tierra más diversa de lo que se imaginaba en la que todo está interconectado. La geo-alfabetización, la comprensión de la geografía, equipa a las personas con un mapa mental para ayudarles a entender las circunstancias e incidentes que de otra manera no tienen sentido. Las personas geo-alfabetizadas tienen más probabilidades de ser conscientes de cómo sus decisiones afectan a otras personas y sus entornos.