La tundra es el principal bioma de la Antártida. El bioma de la tundra se caracteriza por el frío extremo y la falta de vegetación, que se reduce principalmente a arbustos, pastos, musgos y líquenes enanos. La tundra también se distingue por la baja biodiversidad, ya que casi ningún anfibio o reptil puede sobrevivir a sus temperaturas.
En la Antártida solo se pueden encontrar dos tipos de plantas con flores: el pasto antártico y la perla antártica. La tundra antártica no tiene grandes mamíferos, en parte debido a su aislamiento. Las aves marinas y los mamíferos marinos componen la mayor parte de la fauna reconocible de la Antártida. La introducción humana de gatos y conejos ha permitido que algunas de las islas más cálidas apoyen a estas poblaciones.