De acuerdo con los cuentos populares y las leyendas, si una persona frota la panza del Buda, trae buena suerte, riqueza y prosperidad. La leyenda se deriva del proverbio chino del Buda risueño, cuyo gran estómago y sonrisa juguetona Ahora adornan restaurantes, hoteles y museos para que los huéspedes se froten la barriga.
El Buda que ríe sirve de patrón de los enfermos y débiles, especialmente de los niños. Por lo general, está esculpido junto a una bolsa que indica los regalos, dulces y alimentos dispersos para los necesitados. El abultado vientre del Buda suele estar enmascarado por una túnica, y su estatura simboliza plenitud, felicidad y buena suerte.
