La honestidad es importante porque crea tranquilidad y promueve relaciones de confianza. Los beneficios de la honestidad se extienden a la salud personal, las relaciones y la sociedad en general. Lo contrario, mentir, conduce a la desconfianza, al conflicto, a la corrupción y a la ansiedad.
Psychology Today informa que las personas describen las conversaciones en las que se encuentran como menos íntimos y agradables que los intercambios veraces. Mientras que la mentira crea un conflicto mental interno entre lo que uno sabe que es verdad y lo que se dice, la honestidad promueve sentimientos de tranquilidad. Por lo tanto, la honestidad da como resultado relaciones que son más satisfactorias.
La honestidad también fortalece las relaciones al promover la confianza. Si alguien descubre que le han mentido, es más probable que dude de las palabras del mentiroso en el futuro. Esto no solo limita la posibilidad de un trato favorable para quien miente, sino que también reduce la oportunidad de cooperación entre las dos partes. Esto es lo que hace de la honestidad una forma de capital social, según el Fondo Monetario Internacional. Las sociedades caracterizadas por una cultura de deshonestidad carecen de un ingrediente clave para la prosperidad de las empresas, el gobierno y otras instituciones. Los líderes políticos deshonestos, por ejemplo, aprovechan su oficina de diversas maneras, como robar fondos públicos y subvertir el debido proceso.
La honestidad también permite la superación personal. Una persona que es honesta consigo misma reconoce sus debilidades y, por lo tanto, puede trabajar para mejorar. Alguien que es deshonesto consigo mismo niega sus defectos y nunca mejora.