La honestidad es un valor importante porque contribuye a una mentalidad positiva y facilita un comportamiento moralmente aceptable. La honestidad es una habilidad importante para la vida de todas las personas, pero es especialmente beneficiosa para los niños. Los jóvenes que adoptan un comportamiento honesto tienen más probabilidades de tener éxito y menos probabilidades de sucumbir a las presiones negativas de sus compañeros.
Los comportamientos y las actitudes son muy influyentes, especialmente en los niños y adolescentes. Los niños que ven a sus padres y compañeros adoptar comportamientos positivos como la honestidad y la integridad están inclinados a seguir sus indicaciones y exhibir esos comportamientos positivos por sí mismos. La honestidad a veces es un rasgo difícil de imitar, especialmente para aquellos que se muestran reacios a admitir las faltas, pero sin embargo inspira a otros a actuar en consecuencia.