La amabilidad es importante porque amplía el marco de referencia de la vida. La gente lo usa como una señal de respeto para valorar al receptor. Las principales religiones, como el cristianismo y el budismo, exhortan la importancia de la bondad cuando se trata con el prójimo. Tanto Cristo como Buda mostraron bondad e inspiraron a sus seguidores con el ejemplo.
En un discurso de graduación de julio de 2013 dado en la Universidad de Syracuse y posteriormente publicado en el New York Times, George Saunders, un escritor de ficción estadounidense, habló sobre la importancia de la bondad. Saunders cree que tres convicciones principales limitan la bondad humana. Los seres humanos se sienten centrales en el universo, y a menudo actúan como si su existencia fuera de la mayor importancia. También se sienten separados del universo en términos de otros seres que viven dentro de él, y los humanos creen que son inmortales. Intelectualmente, los humanos saben que estas premisas están mal orientadas, pero apartan las necesidades de los demás en una búsqueda de realización personal. Los humanos quieren ser menos egoístas, comunicarse más abiertamente, dar más libremente y disfrutar del momento presente, pero el éxito requiere práctica.
Thaddeus Golas, el autor de "La Guía para la Iluminación de un hombre perezoso", cree que la amabilidad es importante porque "Todas tus palabras y acciones definen el mundo en el que quieres vivir" La bondad conduce a una vida más satisfactoria, se siente bien y fomenta la bondad a cambio.