El ahorro de electricidad reduce los costos de energía, y también reduce la cantidad de dióxido de carbono que se libera en la atmósfera. La eficiencia energética se considera un componente clave de la desaceleración del calentamiento global. También permite que funcionen las regiones hambrientas de energía.
Usar menos energía tiene algunos beneficios claros. Permite a las personas, los gobiernos y las empresas ahorrar dinero, y permite que las centrales eléctricas eviten actualizaciones costosas. Sin embargo, el calentamiento global ha hecho que la eficiencia energética sea un gran problema en los últimos años, y los expertos coinciden en que la reducción del uso eléctrico dará como resultado menos dióxido de carbono en la atmósfera.
Como resultado, las empresas y otras organizaciones están investigando formas de hacer más con menos electricidad. Las personas no quieren cambiar sus vidas demasiado para responder al calentamiento global, y una mejor eficiencia eléctrica les permite a las personas evitar tener que sacrificarse mientras pueden usar menos electricidad. Los sistemas de aire acondicionado más eficientes se han vuelto populares en los últimos años, y los refrigeradores modernos son más eficientes que los utilizados en el pasado.
Usar menos electricidad también puede permitir que los vehículos eléctricos funcionen mejor. Las baterías solo pueden contener una cantidad relativamente pequeña de electricidad, y los motores más eficientes permiten que los vehículos viajen más lejos sin tener que usar una mayor cantidad de baterías caras.