Algunos elementos pueden cambiar el color de una llama debido a la excitación y relajación de sus electrones más externos. Cuando la energía liberada durante la relajación es lo suficientemente grande como para producir luz visible, la llama cambia de color en consecuencia. Diferentes cantidades de energía liberada dan como resultado diferentes colores.
Cuando los electrones absorben energía, como el calor, se excitan y pueden cambiar los niveles de energía. La relajación de un electrón, cuando cae de un nivel de energía a uno inferior, emite energía, a veces en forma de luz. Debido a que cada elemento tiene fuerzas atómicas únicas, la energía requerida por los electrones para cambiar los niveles de energía y la energía liberada posteriormente a medida que los electrones se relajan difiere. Estas diferencias de energía producen los distintos colores que se ven al quemar ciertos elementos en llamas.
La prueba de llama es un procedimiento de laboratorio en el que se identifican diferentes sustancias y elementos químicos al quemarlos en una llama e identificar si el color producido es representativo de una especie o elemento. La prueba de llama es útil, pero puede ser poco confiable por varias razones, como la dependencia de individuos para identificar colores específicos y el hecho de que ciertos elementos pueden enmascarar la presencia de otros al emitir un color diferente, lo que da como resultado una muestra mixta. /p>