Los dientes no se consideran huesos, según LiveScience. Los huesos tienen colágeno, mientras que los dientes no lo hacen, lo que permite que los huesos resistan la presión. Los huesos no son tan fuertes como los dientes y necesitan este colágeno para permitirles soportar el peso del cuerpo.
Los dientes están hechos de fósforo, calcio y otros minerales, explica LiveScience. Mientras que los huesos contienen calcio, sodio, fósforo y otros minerales, su componente principal es el colágeno.
Los huesos producen glóbulos rojos y blancos a través de la médula, mientras que los dientes no lo hacen. Los dientes contienen pulpa dental. Se parece a la médula en apariencia, pero contiene nervios, arterias y venas.
Los dientes rotos no pueden curarse por sí mismos y requieren reparación física, endodoncia o extracción. Los huesos rotos son capaces de regenerarse y repararse.