Las orejas de cerdo no se consideran malas para los perros; sin embargo, pueden engordar y ser un mal tratamiento para los perros que tienen pancreatitis. Las orejas de cerdo también son peligrosas si se ingieren en grandes bocados; Los propietarios siempre deben vigilar que su perro consuma orejas de cerdo por razones de seguridad.
Las orejas de cerdo también pueden causar malestar estomacal a los perros. Otros juguetes que interesan a los perros y tienen menos efectos secundarios posibles son los juguetes de peluche, los juguetes para masticar hechos de goma dura y los huesos orgánicos que no provienen de los cascos, las costillas y no contienen médula ósea. Si un propietario está preocupado por los peligros de jugar con varios juguetes, debe consultarse al veterinario del perro.