La quema de gasolina es un ejemplo de un cambio químico, porque este proceso produce vapor de agua y dióxido de carbono. Para que algo se clasifique como un cambio químico, debe formar nuevas sustancias químicas. También implica hacer y romper enlaces moleculares. Otro ejemplo es la oxidación del hierro, que forma óxido de hierro.
A diferencia de un cambio físico, no se forma ninguna sustancia nueva. Tampoco hay cambios en la estructura interna de las moléculas de una sustancia, sino solo un reordenamiento. Un ejemplo popular de un cambio físico es el agua hirviendo, donde el agua líquida se transforma en vapor, pero permanece la misma molécula de H2O. Otro ejemplo es batir claras de huevo. El aire se incorpora simplemente a la estructura de la clara de huevo, pero no se forma ninguna sustancia nueva.