La cultura moldea la personalidad de varias maneras, incluida una tendencia al individualismo o al colectivismo, a la promoción de valores "masculinos" o "femeninos" y a la tendencia a juzgar a los demás. El estudio de la Universidad de Michigan en 2011 encontró que este último rasgo de personalidad es más frecuente entre los estadounidenses de ascendencia europea que los de ascendencia asiática.
Geert Hofstede, un destacado sociólogo holandés, hizo una distinción entre las sociedades que fomentan los tipos de personalidad "masculina" y "femenina". Él caracterizó a los primeros como asertivos y competitivos, como lo ejemplifican los alemanes y los estadounidenses, mientras que los últimos, tipos más comprensivos o de crianza, son comunes en culturas escandinavas más socialistas.
El occidentalismo y el colectivismo como rasgos de personalidad tienden a ser fomentados por los países occidentales y orientales, o menos desarrollados, respectivamente.