Una erupción puede ser un síntoma de la faringitis estreptocócica, pero cuando está presente, la afección en realidad se llama fiebre escarlata, según la Clínica Mayo. Esta es una variación muy grave de la enfermedad que, en su mayoría Ataca a los niños, pero generalmente se puede curar con antibióticos. Es causada por las toxinas liberadas por las bacterias que causan la faringitis estreptocócica.
La erupción de la fiebre escarlata es de color rojo, con rojos más profundos alrededor de los pliegues de la piel, afirma la Clínica Mayo. La erupción tiene una textura como papel de lija y generalmente comienza en la cara y el cuello antes de extenderse al resto del cuerpo. Presionar parte de la erupción hace que se ponga pálido. La lengua también suele mostrar una capa pálida al principio de la enfermedad, pero luego se vuelve roja y llena de baches. Aparte de la erupción, otros síntomas de la fiebre escarlata incluyen fiebre de al menos 101 grados Fahrenheit, ganglios linfáticos agrandados, dolor de garganta severo, dolor de cabeza y náuseas.
Sin tratamiento, las bacterias pueden propagarse a los riñones, los pulmones y el oído medio, explica la Clínica Mayo. En raras ocasiones, puede progresar a fiebre reumática, que afecta el sistema nervioso, el corazón y las articulaciones. Aparte de los antibióticos, los tratamientos incluyen medicamentos para aliviar el dolor, gárgaras de agua salada, humidificación del aire y mucha agua para beber.